jueves, 15 de mayo de 2008

Quiero ser APLISTA


Alan García siempre emociona en sus discursos. Tiene el ritmo y la cadencia que todo orador quisiera dominar. Me recuerdo maravillado por sus balconazos ochenteros, pero también haciendo la cola para comprar el pan, la leche, el azucar. Por esa razón, en las últimas elecciones temí el regreso de aquel encantador de serpientes que nos llevó a la banca rota con sus ideas de autosostenibilidad, perro muerto a nuestros acreedores, mercados únicos de cambio y estatizaciones bancarias.


Sin embargo, como sentenciara algún oriental, lo inmutable es que todo muta, y Alan mutó. Recuerdo haber leído en la casa de un amigo hijo de aprista, en una bonita colección, un tomo de Haya que decía "¿Qué quiere el Apra?" No voy a repetir nada de lo escrito por Victor Raul en ese listado. De la misma manera, Alan ya no lo hace. 


El presidente de los peruanos, quizás sin quererlo, está sentando las bases para el primer partido verdaderamente liberal en la tierra de Pizarro. Hoy, frente al mundo, al inaugurar la V cumbre ALC- UE se ha declarado liberal. Evitó expresamente que se etiquete esa actitud, sin embargo, la libertad política, la económica, el libre comercio y la necesidad de inversión extranjera, fueron los temas que abordó durante su discurso. 


Un serio bache en su disertación me devolvió al suelo, cuando habló del medio ambiente con la misma actitud arrogante de una generación inconsciente de sus limitaciones , sin embargo, si bajo los criterios desarrollados en su discurso, Alan decidiera fundar un nuevo partido, la Alianza de los Pueblos para la Libertad en América: Yo quiero ser APLISTA. 
 
 

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